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Carcass- Torn Arteries

El pasado septiembre nos dejó grandes discos para escuchar y disfrutar y las tierras inglesas no fueron la excepción, luego de ocho años de espera los pioneros del Death Metal Melódico, dieron al mundo su séptimo álbum de estudio titulado Torn Arteries.

CARCASS, oriunda de Liverpool, se ha caracterizado por tener su impronta propia dentro del género. En sus comienzos coqueteaban con el Grindcore, al pasar los años fueron refinando su sonido, agregando todos los elementos que lo llevaron a interpretar y crear canciones más técnicas, centrándose en el death metal melódico. Es de esta evolución que disco tras disco nos da como resultado una banda muy ajustada en su ejecución y que tienen claro la dirección que quieren tomar en cada nueva placa discográfica.

Torn Arteries, luego de una espera relativamente larga (8 vueltas alrededor del Sol), fue el resultado final de esta búsqueda que los llevó a entregar un disco muy sólido de 49 minutos de duración, repartidos en 10 canciones. Musicalmente podemos encontrar distintas fases del trío inglés, con pasajes plenos de metal extremo donde el blast beat habita y se desarrolla en una ejecución magistral por parte de Daniel Wilding. Por otra parte, podemos encontrar elementos grooveros a un tempo más lento que se amalgaman en con la voz gutural de Jeff Walker. Por último, a nivel general del disco, podemos escuchar muchas composiciones hardrockeras e incluso bluseras, generando arreglos e intros de un alto contenido melódico que son interrumpidas por riff violentos.


CARCASS comentaba en el behind the álbum (realizado en 6 episodios para Nuclear Blast Records), que la composición fue lo más orgánica posible, los tres en el estudio de grabación dándole vueltas a las ideas, arreglos y riff. En primera instancia Bill Steer y Dan Wilding discutían la estructura general de las canciones, y una vez definidos los parámetros se integran con Jeff Walker para las voces y arreglos finales de la canción. Todo este proceso, según Bill, puede cambiar radicalmente la dirección y el sonido en una canción, pero el resultado es más orgánico. Por otro lado, Dan comentaba que todos los arreglos, ya sean de batería o de cuerdas, se realizaban dentro del estudio, en su caso particular no se programó digitalmente ningún arreglo de percusión, fueron todos grabados tradicionalmente.

Adentrándonos en el listado de canciones, el disco comienza con su homónimo “Torn Arteries”, una canción de buen ritmo, agresiva y clásica para los fans de huesos amarillos de la banda. Desde el minuto inicial podemos apreciar que el nivel rítmico de Dan Wilding marca el paso de las canciones, y esto será un hilo conductor en todo el álbum. Rápidamente llegamos al segundo track de esta lista, “Dance of Ixtab”, la cual fue el segundo adelanto de esta placa, el título hace referencia a la diosa maya Ixtab, la divinidad del suicidio y la horca. Musicalmente podemos destacar el riff de guitarra groovero, pero a la vez muy técnico, que sigue la misma línea de las canciones clásicas de CARCASS.

“Eleanor Rigor Mortis”, tiene un comienzo muy voraz con un solo de guitarra que da introducción al riff principal. En líneas generales, no es una canción de speed metal, pero tiene un marcado incremento en su velocidad en el momento de los solos de guitarra, que resalta en una ejecución impecable de Bill Steer. El título hace referencia a Eleaonor Rigby, canción de THE BEATLES, así como también un personaje del folklore inglés; solo que esta vez con una vuelta de tuerca siniestra. “Under the Scalpel Blade” es una de las canciones más famosas de este álbum, con arreglos de tempos lentos y marcadas atmósferas densas son brevemente interrumpidos por lapsos donde el blast beat habita, nuevamente es destacable el trabajo de Bill en la construcción del solo de guitarra y posteriores arreglos, pero más relevante aún es el scream gutural por parte de Jeff Walker que amalgama esa densidad atmosférica en su voz. La canción número cinco del álbum se titula “The Devil Rides Out”, nombrada así por la película británica de horror de 1968 que lleva ese título. Según palabras de Jeff, no está compuesta en base a la película, sino que es una crítica al satanismo: “Siempre ha habido canciones anti-religiosas, pero esta es una canción anti-satánica. El satanismo es tan jodidamente estúpido como el cristianismo o cualquier otro "ismo", ¿sabes? Realmente me apetecía la idea de hacer una canción que los cristianos pudieran escuchar y luego corrían a la ciudad pensando que era una canción procristiana”.

Musicalmente es compleja, con muchos arreglos de cuerdas, jugando un contrapunto entre los canales (derecho/izquierdo) para conseguir esa sensación de direccionamiento. Otro detalle compositivo es que la canción tiene un pequeño encore en sí misma para un cierre muy poderoso. A esta altura del recorrido, nos encontramos a la mitad de la entrega discográfica. Esta segunda mitad abre con la canción más compleja en todos los sentidos. “Flesh Ripping Sonic Torment Limited” tiene una duración de 9:42 minutos, donde a modo de intro aparece un arreglo en guitarra clásica (criolla) que concluye en un riff pesado entre lo técnico y lo groovero. Una canción llena de detalles y arreglos, dentro de los que podemos mencionar: distintas capas de voz, arreglos de platillos y cambios de tiempos. Realmente es una canción para hacer un análisis propio para poder disfrutarla en su totalidad.

Es aquí donde nos encontramos con el primer corte adelanto que CARCASS lanzó en la espera de su séptimo álbum, coincidencia o no, “Kelly’s Meat Emporium” es el track número siete de esta lista , la cual empieza con una intro de batería que roza con lo jazzero, la cual tras un par de fills, da el ataque necesario para esta canción rápida y violenta. Con el video de esta canción, CARCASS nos presentó el arte de tapa y el concepto tras él. Este corazón hecho de verduras y vegetales que se descompone dio mucho que hablar, y en breve retomaremos este tema para finalizar este análisis. En definitiva, es una canción muy efectiva que cumple en varios niveles. El octavo track es “In God we Trust”, que, si bien podría ser una de las menos llamativas dada a su intro suave, sabe remontar para el estribillo principal, y al ser una canción relativamente corta, hace que su escucha sea amena y no provoque esa fatiga característica que suele darse para el final de los discos de música extrema. Nuevamente un solo de guitarra le da el cierre de genialidad a la composición y un detalle para los más atentos es que se pueden apreciar pequeñas palmadas (aplausos) para el final del sol.



El anteúltimo tema es “Wake up And Smell the Carcass”, sin dudas es la canción más groovera de la placa, en el marco de una canción de CARCASS obviamente; es efectiva y deja el camino bien sembrado para el cierre del disco. Torn Arteries tiene un cierre que a mi criterio es muy acertado, y para el cual emplearon la canción que fue el último corte de difusión de la placa “The Scythe 's Remorseless Swing”. Es un track que tiene un comienzo muy blusero, que crea un blend entre blues, hard rock y estrofas death metaleras. Una canción movida, con grandes arreglos que te deja deseando más.


Luego de este repaso tema por tema, y para finalizar la reseña de hoy, quería comentar el concepto detrás del arte de Torn Arteries. Como lo comenta la propia banda en el behind the álbum, el arte de tapa es territorio completamente de Jeff Walker (además de las líricas). Si bien el concepto artístico es una derivación del arte asiático, que se centra en ver el deterioro de la belleza de una mujer, Jeff cambió el objeto de estudio por el de un corazón hecho de vegetales. Es en ese concepto que se basa el trabajo artístico de esta placa. Que según el mismo Jeff está libre de ideología, y que simplemente se trata de un reflejo de las letras y sonidos que se encuentran en el álbum. Como nota de color podemos encontrar que esta decisión artística dio mucha polaridad entre los fanáticos “vieja escuela” y los fans más recientes. Incluso Walker comentó que muchas veces lo han catalogado de ser una “banda vegana”, pero que la realidad está en que no ha sido vegano durante 31 años. En definitiva, esto nos deja la moraleja de que no es necesario estar en los pies de un vegano para darse cuenta de muchas cosas cotidianas que afectan la vida de millones de animales, y este disco (a mi parecer) es un gran reflejo de ello. Sin dudas, este disco fue un gran viaje por parte de una de las bandas pioneras del death metal melódico, y que la espera de ocho años tuvo su excelente resultado. Esperemos poder tener la posibilidad de ver a CARCASS en vivo nuevamente por nuestras tierras presentando este gran disco.

Reseña: Juanma Páez Edición: Luis Gallucci


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