Hoy en #TNMReviews, les traemos a Granada, un trío de Metal Ciclotímico, como ellos mismos
autoproclaman, formado por Guillermo Estévez en voces y guitarra, Damián Mayster como viola secundaria y Marcos Edwards como el motor a sangre de esta banda, cuyo lema es muy breve pero conciso “No sabemos fingir ni caerles bien a todos. Somos un mecanismo programado para reaccionar; un error dentro del ecosistema musical”. Luego de casi 3 años de girar, en los albores del 2020 estrenaron su sexto material discográfico, esta vez en la forma de un EP bien conceptual, titulado “Amarre”, con una temática un tanto oscura, retratando algunas de las peores facetas del ser humano. Si a esto se le agrega la particularidad de que el mismo se grabó de forma orgánica, en cinta abierta, obtenemos un condimento sonoro muy especial, con lo cual el disco, de un poco más de 20 minutos, se vuelve una experiencia casi “esotérica”.
“Autoridad” es la encargada de abrir el disco; sin embargo, ya conocemos este track, ya que hace casi dos meses salió como adelanto vía Instagram TV. Arranca con una intro de viola y
batería bien caótica, para después empezar a machacar duro con una vibra punk. Se puede escuchar aquí la crítica a padres inquebrantables y también violentos, tras exclamar “Todo es por tu bien / Justificación con gritos / Nunca vas a aprender / Hace lo que te digo”. Luego “Golpes” se encarga de elevar un poco el nivel de agresividad del compacto, metiéndole algunos bendings que se complementan con la velocidad que imprime la batería con furiosos blastbeats, al grito de “HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE”, en los lamentos de una persona que va descubriendo el infierno en el que está viviendo. “Sometido” es quizás el punto más bajo en intensidad del álbum, pero eso no le quita méritos, ya que cuenta con dos interesantes solos de guitarra que derivan en
sendos segmentos bien grooveros. Además, pareciera que se trata de una continuación de la lírica del tema anterior, con alguien exclamando “No aguanto más / Llegué hasta acá / Quiero escapar de este corral de sufrimiento”. Por otra parte, los dos temas finales, “Castración” y “Amarre” parecieran encontrarse en una sintonía espiritual distinta, y es aquí donde el álbum pega un giro hacia lo más lúgubre, con un efectos vocales y riffs bien oscuros, llevando mensajes tétricos; el primero con una letra que se enfoca en la oscuridad de los líderes religiosos “No hay cura para esos curas”, y el segundo en el sufrimiento de alguien que está por nacer, o quizás por ¿reencarnar?, para volver a repetir todo este ciclo sinfín de consternación incesante.
Si bien ellos mismos no se identifican con ningún estilo musical, el disco claramente tiene un núcleo en el metal alternativo, coqueteando un poco con el Stoner y también Punk, pero con varias licencias estilísticas: solos de viola bien marcados, blastbeats, cambios de ritmo, etc. Las
voces son bien agresivas y chispeantes, características del Rock, pero también se vuelven rasgadas con la desesperación característica del Doom o del Black Metal, como se oyen en “Castración” y “Amarre”, canciones donde el EP se torna más oscuro aún. Todo esto forma un blend muy interesante. Si sos oyente por primera vez con “Amarre”, búscalos en sus redes que tienen material de sobra, y literalmente te vuelan la peluca, ya que son una máquina tirar éxitos. O si no, acércate a los shows de ellos: el 1 de Marzo se están presentando en el Escenario Uno del SoliFest, llevado a cabo en el Galpón de Hurlingham, y también, es cuestión de tiempo hasta que lancen alguna fecha que sirva como continuación de su icónico festival, el “Toca Metal Cagón”.
Créditos a Maria Ledesma por las fotografías
Escucha “Amarre” en YouTube: